sábado, 20 de octubre de 2007

Así escribía el abuelo ..... (hacer doble click sobre cada foto para ampliar y leer)










































































































La autobiografía y el Proyecto Corumbá 2013

Cuando apareció este viejo libro de cuentas, en un momento muy especial que estabamos pasando, pienso que no fue por casualidad.
Parecía que el pasado y el presente se unían para inducirnos a pensar en una fecha para conmemorar y así surge lo que llamo: Proyecto Corumbá 2013.
La lectura de las memorias del abuelo realmente emocionan, más teniendo en cuenta que la escribió pensando en que podría "servir de entretenimiento a mis hijos y talvez a mis nietos".
Hoy no puedo estar seguro si la leyeron mi padre y mi tía Reyna (sus hijos) pues ya no están, pero si que la hemos leido hasta ahora varios nietos y algún bisnieto.
Los que leyeron la primera entrada (de setiembre) de este blog, donde se transcriben las últimas páginas de la autobiografía, ya sabrán que el Proyecto Corumbá 2013 está inspirado en que dentro de cinco años van a cumplirse los 100 años de la llegada del abuelo Federico a Corumbá en una aventura que duró por lo menos 22 años.
En las próximas entradas intentaremos mostrar a través de fotos, documentos, testimonios y recuerdos de todos aquellos que quieran aportar, una Historia que a esta altura involucrará más de cinco generaciones.
Ojalá, faltan cinco años para el 2013, en este período logremos: completar esta Historia y repetir el viaje del abuelo a Corumbá, cuando hagan 100 años de su llegada allí.

lunes, 1 de octubre de 2007

Así comienza la historia




Extracto de la autobiografía de Federico Guillermo Sierra Gil


Nunca he olvidado las palabras que mi pobre madre pronunció..... “¿Que va a ser de nosotros, hijo mío?”


Lo recordaré siempre.
Y desde aquel momento empecé a pensar que yo tenía el deber de buscar la manera de ayudar de otra manera al mantenimiento de la familia.
Fue en esa época, a mediados de 1912, que Marcelino Allende inició las tratativas para comprar el Establecimiento de “Barranco Branco”, situado en el Estado de Matto Grosso (Brasil) en la margen izquierda del Río Paraguay.
Este establecimiento que anteriormente había sido propiedad de un portugués, Don Antonio Malhiero, lo era a la sazón, de los Sres. Miranda y Leal (Alcides Miranda y Conde Modesto Leal) de Rio de Janeiro. Las negociaciones duraron varios meses, estando algunas veces a punto de fracasar, pues habían otros interesados en comprar, pero al fin, se realizó el negocio y yo conseguí un puesto. Se formó la “Compañía Anónima Rio Branco”, de la que eran principales accionistas, Marcelino Allende, Felicio Riet, Emilio Calo, Antonio Abella, Luis Lasala y otros. Recuerdo que para la realización del negocio, intervinieron el Senador Pinheiro Machado y Rivadavia Correa, famosos políticos brasileros, amigos de Marcelino Allende: al fin, en 29 de Enero de 1913, se embarcó en Montevideo la primer expedición a hacerse cargo del Establecimiento, la que era compuesta por Don Felicio Riet como Administrador, Magin Pons, Sub-Administrador, un inglés, Mr Loveling Davies, mecanico y yo como auxiliar.
Era doloroso para mi madre, el dejarme ir tan lejos, (tenía yo 18 años), pero en el fondo ella compartía mis esperanzas de que yo podría progresar y que aquel alejamiento será para bien de todos.
Como digo, embarcamos en Montevideo el jueves 29 de Enero de 1913 a las 10 p.m. en el vapor “Eolo”, llegando al día siguiente a Buenos Aires, donde trasbordamos al vapor “Guarany”, saliendo a las 10 de la mañana para Asunción del Paraguay, a donde llegamos el 3 de Febrero a las 3 ½ de la tarde. Recuerdo que era día de Carnaval y hacía un calor horrible. Desembarcamos y nos hospedamos en el Hotel ”Hispano Americano”, que era el principal de la ciudad. Este hotel ocupaba un gran edificio en la calle Palma, que había sido mandado construir por el Mariscal Lopez para la famosa Madame Linch. Permanecimos en Asunción hasta el día 5 de Febrero en que a las 7 ¼ p.m. salimos para el norte en el vapor “G.B. Vierci”, que hacía la carrera hasta Corumbá. El día 9 a las 10 de la mañana llegamos a Barranco Branco, siendo recibido en la barranca por el mayordomo Joao Cirilo Silva (Jango) que fue la primer persona que conocí allí y con quién mantuvimos siempre una gran amistad.Empezaba para mi una nueva vida, llena de esperanzas, pues.